miércoles, 7 de mayo de 2008

Campo de batalla

La mano ensangrentada
agarrando una rosa
adornando una espada
esperando su batalla
agonizando de la espera
muriendo con el alba.

La lucha perdida
el batallón desmembrado
los caballos heridos
el triunfo guardado.
No hubo canciones de victoria
ni juglares que ensalzaran el llanto.
No hubo sol sobre el cielo
ni luna bajo el negro manto.

El último soldado, solitario
ajeno al campo de batalla
miraba en derredor, desolado
pidiendo justicia a gritos
pidiendo la mano de un santo
y el devenir de un dios.

Mas nadie lo escuchó
con sus gritos se fue marchando
esperanza y valor implorando
cabeza baja... y honor.

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