La calle del cactus es un señal para nunca perderse. Sobre todo, me servía cuando aún era una púber descarriada, y me metía por callejones que no sabía dónde desembocaban, a sabiendas de que me perdería. Pero siempre lo encontraba a él, ese gran cactus, y ese hecho siempre me hacía volver sobre mis pasos y encontrar el verdadero camino hacia... dondequiera que fuese.
El cactus se encuentra en la calle Don Pedro Niño, y el primer recuerdo que tengo de él es de una Semana Santa, siendo yo muy pequeña. Me pareció tremendamente gigantesco, y siniestro de algún modo, ya que parecía que iba a comernos a todos. Con el tiempo, he dejado de usarlo como guía, para pasar a tenerlo como recuerdo de mi infancia y adolescencia. Os invito a todos a que lo admiréis algún día, no tiene desperdicio.
"Apretada la tierra en la greda vasija
ha tiempo que parió al esbelto cactus.
Cada día lo veo de mañana,
le llamo: -Fiel amigo, esbelto infatigable.
Entonces me obedece el cactus verde,
se adelgaza, se esbelta infatigable,
y yo le digo: -Amigo, amigo verde."
(Extracto del poema "El Cactus", de Alberto Rubio).
3 comentarios:
Pues he pasado miles de veces por esa calle y nunca me había fijado. Tendré que poner un poco más de atención.
Y jugar al Dónde está Wally.
Ese cáctus tiene pinta de estar remuerto...
Jummm!!
A ver si me acerco un día y lo busco... porque tampoco me había fijado xD
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