domingo, 10 de febrero de 2008

La esencia maldita

Encontré tu debilidad
entre tu boca y mi pecho.

Tus brazos ciñeron
lo que quedaba de mi orgullo.
Tu boca se acercó peligrosamente
a mi hombro.
Quise gritar y no pude,
pude llorar y no quise.

Tus dedos rozaban mi esencia
maldita
de sentimientos oscuros
reprimidos por las noches.

Prohibidos los mundos
condenada, mi vida.
Tus dedos quemaban
como si quisieran arrancarme la verdad.

La sacaron al fin
me sentí desnuda, pero
la libertad de mis hombros
la frialdad de mi pelo en ese momento

…creedme, no tuvo precio.

1 comentario:

Fer dijo...

Poesía pura y concentrada.
De sentimiento :).

:*