martes, 1 de abril de 2008

Atrás en el tiempo

Atrás quedan los días de nubes
al fin, para siempre.

No volveré la vista a los recuerdos
no miraré al cielo y pensaré en las estrellas.

No escucharé al arco iris
la arena ya no se une al mar
no para mí.

Me hice fuerte a costa de tu desprecio
la sangre recorrió mis dientes, cansados de apretar.
Barrí hacia dentro lo que no me dejaste echar afuera.
Contemplé otros caminos que no eran pedregosos.

La sonoridad se ha ido, pero queda el silencio
y el silencio y la serenidad lo inundan todo.
Las huellas dactilares de mi mano hacen que dibuje
finales imprevistos, finales felices a tramas melancólicas.

El metal frío y duro une mi dedo con su cariño
mi conciencia ya no invade bosques oscuros
con árboles malvados.

No volveré la vista al mar.
El mar queda lejos de mis planes.

Atrás quedan los días de incertidumbre.
Hoy al fin, el velo se ha caído de mis ojos.




(o quizás fue ya hace tiempo).

1 comentario:

Fer dijo...

Atrás, y punto.
Es bonita la manera en la que escribes esas transiciones. Habla la verdad desde la experiencia.
Esa visión que dejas atrás es sólo un infinitésimo de tus posibilidades.

Muaka!